El Barça ha dicho adiós a su segunda final de laChampions de forma consecutiva. Ha vuelto a caer en las semifinales ante el Chelsea en un partido que ha sido casi un calco del KO ante el Inter de Mou hace dos años que también jugó con diez por expulsión de Motta. Esta vez ha sido John Terry quien ha dejado a su equipo con diez, pero el cuadro de Roberto di Matteo ha escrito una epopeya al lograr el empate en los segundos finales con un tanto deFernando Torres, quien sino, que ha cerrado un partido maldito en que Leo Messi sumó su remate número 15 al poste, el 44 del Barça en lo que va de temporada y ha fallado, por tanto, un penalti que ha podido significar el 3-1 que le diera el pase a Munich, a la finalísima que ahora habrá que ver por televisión.
Seguro que muchos de los jóvenes barcelonistas, que en el Barça-Chelsea no han podido evitar las lágrimas como le ha sucedido a Lionel Messi, habrán escuchado a sus abuelos explicarles otro partido terrible en la memoria del barcelonismo como fue la final de Berna. Seguro que los ‘avis’ les habrán explicado los postes, la mala suerte que hubo en aquel encuentyro en Suiza . Ahora lo entenderán ellos. Fue algo muy pareceido a lo que se ha vivido en el Camp Nou. La rabia, la impotencia.
Fernando Torres, el autor del segundo gol, ha dicho al final aquella frase de que "el fútbol es así, no siempre gana el mejor". Un tópico, aunque ha sido verdad. El fútbol le regaló al barcelonismo una clasificación heroica en Stamford Bridge con el 'Iniestazo', con un equipo de Pep Guardiolacon uno menos por la expulsión de Abidal. Pero el fútbol ya se había cobrado ese favor en la ida, en que el Chelsea acabó ganando por 1-0 en un solo remate de Drogba. El Barça pudo y debió golear.
Esta noche en el Camp Nou, han chutado tres veces a puerta y han logrado dos goles. El Barça ha desaprovechado un penalti, ha rematado al poste, pero lo cierto es que no ha estado fino salvo en los minutos híncales en los que ha sabido mover el balón con acierto, en que Alexis ha destrozado a la defensa inglesa y ha forzado la 'auto expulsión' de Terry. Pero a partir de ahí el Chelsea se ha sabido defender como gato panza arriba con un Drogba que merece el premio de una renovación por vida.
El partido ha podido cambiar cuando Drogba, en su único error, ha arriesgado demasiado y ha derribado a Cescdentro del área. Un penalti que el colegiado turco ha sancionado a indicaciones de sus colaboradores. Ha tardado porque ha dudado y ha tenido razones para hacerlo. Lionel Messi ha tomado la responsabilidad de lanzar desde los 11 metros y casi ha roto el larguero, pero ha fallado. Aquella jugada ha dejado muy tocado al crack y el equipo lo ha notado.
Salvo esa jugada sólo han existido otras dos claras. En la primera Alexis ha marcado pero el árbitro ha anulado por fuera de juego previo de Alves. Justitito, pero 'off side'. Y, luego Messi, en una noche terrible, ha rematado, otra vez al poste, como en al pena máxima, tras rozar con sus dedos el balón el gigante Cech (¡qué gran portero el checo!). Era poco bagaje ofensivo. El Barça ha vuelto a recordar en esos minutos al de la 'era Rijkaard', con exceso de fútbol horizontal y poca verticalidad. De nada ha servido que Pep diera entrada a Tello (al que le pasaron pocos balones) y de Keita que hizo de improvisado ariete por su teórica facilidad en el juego aéreo.¡Qué bien hubiera ido el lesionado Piqué!
Despiste repetido
El Barça se ha ido al descanso con un injusto 2-1 tras el golazo de Ramires (45’) en otro despiste igualito que el día del Real Madrid en el tanto definitivo de CR7 que significó la victoria del equipo de Mou. Los azulgrana habían hecho lo más difícil que era darle la vuelta al marcador, haber remontado el 1-0 de la ida con golazos de Busquets e Iniesta. Pero otra vez, como en el clásico, se descuidaron unos segundos, suficiente para que el viejo zorro que es Lampard le haya dado un grandísimo pase al hueco, al rápido y técnico internacional brasileño, Ramires, que ha batido a Valdés que se ha precipitado en su salida con un bonito 'globo'.
La primera parte ha sido emocionante, intensa, con fútbol a ráfagas y con un inconmensurable Alexis Sánchez que ha confirmado el acierto de su fichaje, a la vez que ha servido para lamentar, una vez más, que estuviera 'tocado' por una entrada de Terry en Stamford Bridge y no hubiera podido salir de titular ante el Real Madrid en el clásico.
Aparte del fútbol, los primeros 45 minutos han tenido dos acciones vitales en el desarrollo del encuentro. La primera ha sido un terrible encontronazo de Piqué con Valdés y Drogba. Gerard ha quedado conmocionado y ha acabado en el hospital, después de que ha parecido que se recuperaba. Pero el propio central ha pedido el cambio porque estaba algo mareado y ha visto como Drogba le ha superado en una acción, sin esfuerzo. Alves ha entrado y Pep Guardiola ha seguido con al defensa de tres con la que empezó. Riesgo calculado y ambicioso, que ha acabado por pasar factura.
La segunda jugada importante ha sido la agresión de John Terry, al que Alexis estaba volviendo loco. El veterano internacional le ha soltado un claro rodillazo por la espalda y a traición al chileno. Pero el juez de línea o el quinto árbitro han visto la acción y el colegiado turco Cüneyt Fakir le ha mostrado la tarjeta roja con toda justicia.
El Chelsea, que ya había recibido un golazo a pies deBusquets (34') tras una jugada que ha empezado Alves robando el balón y dando un buen pase a Cuenca para que el de Reus, desde la izquierda, haya centrado pasado para que Sergio marcara. No lo había hecho desde el partido en San mamés ante el Athletic hace dos años.
El Barça ha aprovechado esa superioridad para buscar el 2-0 que ha llegado en otra gran jugada 'made in Barça'. Busquets ha recuperado un balón en el medio campo, se lo ha pasado a Alexis que ha controlado (recibiendo luego un ‘viaje’ de Meireles) y el chileno ha asistido a Messi. Leo ha profundizado sobre Iniesta y don Andrés ha vuelto a hacer historia. Ha batido a Cech con un remate pleno de técnica. ¡Era el segundo Iniestazo! El tanto que daba la vuelta a la eliminatoria. La alegría ha durado pocos minutos, hasta que Ramires ha culminado un gran contrataque del Chelsea.Ha sido el primer duro golpe que ha encajado el Barça, justo antes de irse al vestuario en el descanso y han acusado el golpe moral.
Al Barça le queda ahora la final de la Copa del Rey. El barcelonismo deberá conformarse por ver por televisión la final de Munich que ha tenido al alcance de la mano, que ha merecido disputarla en el balance global de la eliminatoria de semis. Aunque el fútbol tiene otra ley no escrita: las eliminatorias, los partidos, se ganan, no se merecen. Queda la finalísima de la Copa del Rey ante el Athletic. Poco premio para una temporada tan buena.
